Hogar, dulce hogar

La casa nos protege. En ella, el concepto de naturaleza se vuelve cercano, nos acomoda y nos envuelve en sus procesos. Nos hace partícipes del paso del tiempo, nos acompaña en los cambios de estación, en los movimientos climatológicos. La naturaleza, en definitiva, nos sumerge en la experiencia global, reclamando el lugar que le pertenece.