Guía para el Cuidado y Mantenimiento de Muebles de Madera Maciza

Guía para el Cuidado y Mantenimiento de Muebles de Madera Maciza

Esta guía está diseñada para ayudarte a proteger y mantener en excelente estado tus muebles de madera maciza, independientemente del tipo de madera (cedro, pino, nogal, etc.). Siguiendo estas recomendaciones, prolongarás la vida útil de tus muebles y preservarás su belleza natural.


1. Limpieza Regular

  • Frecuencia: Limpia tus muebles semanalmente para evitar la acumulación de polvo.
  • Procedimiento:
    • Usa un paño suave de microfibra ligeramente humedecido.
    • Limpia en dirección de la veta de la madera para evitar rayar la superficie.
    • Seca inmediatamente con otro paño seco.
  • Evitar: Productos de limpieza abrasivos, amoniaco o detergentes fuertes, ya que pueden dañar el acabado.

2. Protección contra la Humedad

  • Evitar el agua estancada: La madera maciza es porosa y puede absorber agua, causando hinchazón o manchas.
  • Uso de protectores:
    • Coloca posavasos o salvamanteles bajo vasos, platos o jarrones para evitar el contacto directo con líquidos.
    • Aplica una capa de cera o sellador cada seis meses para repeler la humedad.
  • Control del ambiente:
    • Mantén una humedad relativa entre el 40% y 60% en tu hogar para evitar que la madera se seque o se hinche.

3. Protección contra el Calor y la Luz Solar

  • Evitar el calor directo:
    • No coloques objetos calientes como ollas o tazas directamente sobre la madera; utiliza manteles o soportes térmicos.
  • Protección contra la luz solar:
    • Mantén los muebles alejados de ventanas donde reciban luz solar directa para prevenir decoloración o agrietamiento.
    • Usa cortinas, persianas o películas para ventanas con protección UV.

4. Prevención de Arañazos y Daños Físicos

  • Uso de protectores:
    • Coloca almohadillas de fieltro debajo de objetos pesados, lámparas o decoraciones.
    • Usa protectores en las patas de las sillas o mesas.
  • Evitar movimientos bruscos:
    • Levanta los muebles al moverlos en lugar de arrastrarlos.
  • Precaución con objetos afilados:
    • Mantén cuchillos, tijeras u objetos puntiagudos alejados de la superficie de la madera.

5. Cuidado del Acabado

  • Tipos de acabados comunes:
    • Barniz o laca: Límpialos con un paño húmedo y evita los limpiadores abrasivos.
    • Aceitado: Aplica aceite natural (como aceite de linaza o de tung) cada 6-12 meses para nutrir la madera.
    • Cera: Usa cera en pasta para mantener el brillo y proteger contra pequeños arañazos.
  • Cómo aplicar cera o aceite:
    • Limpia la superficie antes de aplicar.
    • Usa un paño limpio para extender el producto en dirección de la veta.
    • Deja que se absorba y luego pule con un paño seco.

6. Reparación de Daños Menores

  • Arañazos superficiales:
    • Usa un lápiz de cera o un retocador del color de la madera.
  • Manchas blancas por calor o humedad:
    • Frota suavemente con una mezcla de bicarbonato de sodio y agua (pasta) o con un paño humedecido con vaselina.
  • Pequeñas abolladuras:
    • Coloca un paño húmedo sobre la abolladura y pasa una plancha tibia para levantar la madera.

7. Mantenimiento Preventivo

  • Revisiones periódicas:
    • Inspecciona los muebles regularmente para detectar daños por plagas, como termitas.
  • Protección contra plagas:
    • Aplica productos anti-termita o aceites esenciales como el de cedro, que actúan como repelentes naturales.

8. Consideraciones para Tipos Específicos de Madera

  • Cedro:
    • Excelente para resistir plagas, pero requiere aceite ocasional para mantener su color y aroma natural.
  • Pino:
    • Es más blando, por lo que es propenso a abolladuras; usa protectores y evita cargas pesadas.
  • Nogal:
    • Requiere hidratación regular con aceites para preservar su color oscuro y vetas distintivas.

9. Control del Entorno

  • Evitar fluctuaciones extremas:
    • Cambios bruscos de temperatura o humedad pueden causar grietas.
  • Ubicación adecuada:
    • Coloca los muebles lejos de fuentes de calor como radiadores o chimeneas.

10. Productos Recomendados

  • Aceites naturales:
    • Aceite de linaza crudo o hervido.
    • Aceite de tung para mayor resistencia al agua.
  • Ceras en pasta:
    • Ceras naturales (carnauba o abeja).
  • Limpiadores:
    • Productos específicos para madera sin silicona ni alcohol.

 

Con esta guía, puedes mantener tus muebles de madera maciza en perfecto estado, resaltando su belleza y funcionalidad durante años. Si sigues estas recomendaciones regularmente, protegerás tus muebles contra el desgaste y las condiciones ambientales adversas.

Materiales diversos

Madera

Las maderas que se utilizan para fabricar nuestros muebles son sensibles a las oscilaciones de temperatura, así como a la humedad. Por ello pueden agrietarse ligeramente en función de las estaciones o del tipo de clima. Este fenómeno natural no altera en absoluto la calidad de nuestros muebles, sino que les confiere un encanto único. La casa debe mantenerse a una temperatura adecuada para que la madera no sufra deformidades, es recomendable usar humificador en caso de ser necesario. La calefacción y las altas temperaturas así como el exceso de humedad puede deformar la madera. 

 

Madera barnizada (satinada o brillante)

Para limpiar el polvo, usa un paño suave con la frecuencia que desees.

Si el mueble tiene mucho polvo, límpialo con una esponja no abrasiva ligeramente humedecida, tras haberlo probado previamente en una parte barnizada que no sea visible. Seca con un paño suave y seco que no deje pelusa.

Para devolverle el brillo al mueble, utiliza un producto de limpieza en spray (para muebles) a base de silicona.

Evita emplear cera o cualquier producto a base de cera.

Evita la exposición directa al sol, a las fuentes artificiales de calor y de climatización o a las agresiones externas (humedad, lluvia, etc.)

 

Madera barnizada (mate)

Para limpiar el polvo, usa un paño suave con la frecuencia que desees.

Si el mueble tiene mucho polvo, límpialo con una esponja no abrasiva ligeramente humedecida, tras haberlo probado previamente en una parte barnizada que no sea visible. Seca con un paño suave y seco que no deje pelusa.

Evita emplear cera o cualquier producto a base de cera.

Evita la exposición directa al sol, a las fuentes artificiales de calor y de climatización o a las agresiones externas (humedad, lluvia, etc.)

 

Madera encerada

Para limpiar el polvo, usa un paño suave con la frecuencia que desees.

Una vez por semana, limpia el polvo más a fondo con un paño y un spray quitapolvo.

Una o dos veces al año, encera el mueble –como la cera de abeja resulta un tanto pegajosa, es preferible aplicar una mezcla de cera de abeja y de cera vegetal. Déjala secar y a continuación frota con un paño de lana bien seco para darle brillo.

Si enceras el mueble con demasiada frecuencia, quedará ligeramente pegajoso al tacto y tendrás que desincrustar la suciedad de la madera. Si ocurre, puedes usar esencia de trementina tras haber hecho una prueba previa en una parte encerada que no sea visible.

Evita la exposición directa al sol, a las fuentes artificiales de calor y de climatización o a las agresiones externas (humedad, lluvia, etc.)

 

Madera lacada o pintada (sin barnizar)

Limpia con frecuencia el polvo de tus muebles lacados o pintados utilizando un paño húmedo y, a continuación, pasándoles un paño seco y suave que no deje pelusa.

Evita la exposición directa al sol, a las fuentes artificiales de calor y de climatización o a las agresiones externas (humedad, lluvia, etc.)

 

Teca para el jardín

La teca cambia con el tiempo por el efecto del sol y adquiere un bonito color gris plateado.

Para limpiar el polvo, usa un paño suave con la frecuencia que desees.

Si el mueble tiene mucho polvo, límpialo con una esponja no abrasiva ligeramente humedecida. • Seca con un paño suave y seco que no deje pelusa.

Te recomendamos que apliques aceite en los muebles antes de usarlos por primera vez y dos veces al año, a mediados de la primavera y con la llegada del otoño, para conservar su color miel dorado original.

Utiliza exclusivamente un aceite de teca de buena calidad y no un derivado o un aceite sintético.

Echa el aceite en un paño seco que no deje pelusa o en un pincel suave y extiéndelo por el mueble de manera homogénea.

Deja secar entre 24 y 48 horas y, a continuación, vuelve a secar el mueble con un paño seco. Repite la operación una segunda vez si fuera necesario.

Te recomendamos que protejas estos muebles del mal tiempo para eviar el hielo.

 

Vidrio

Dado que el vidrio es un material frágil, te recomendamos que, si se trata de un mueble de exterior, lo guardes en un lugar seco y fresco de tu hogar para protegerlo del hielo.

Los cubiertos pueden rayar la superficie acristalada. Por esta razón, te recomendamos el uso de manteles individuales.

 

Zinc

La chapa galvanizada se ha envejecido para darle un aspecto patinado.

Dado que es sensible a los arañazos, a las manchas de agua y de dedos y a determinados alimentos "ácidos" (vinagre, limón...), requiere un cuidado constante.

Te recomendamos evitar mojar el mueble y, además, secar la superficie de trabajo con un paño suave después de cada uso. También es preferible utilizar un salvamanteles.

Si la superficie está sucia, puedes limpiarla con una esponja ligeramente humedecida y secarla con un paño suave y seco.

 

Revestimientos

 

Revestimientos sintéticos (vinilo, PVC, poliuretano...)

Para limpiar el polvo, usa un paño suave con la frecuencia que desees.

Si el revestimiento está sucio, puedes limpiarlo con una esponja no abrasiva ligeramente humedecida y jabonosa. Después, sécalo con un paño suave y seco que no deje pelusa.

 

Revestimientos de serraje de cuero

Para limpiar el polvo, usa un paño suave con la frecuencia que desees.

Si el revestimiento está sucio, puedes limpiarlo con una esponja no abrasiva ligeramente humedecida y jabonosa. Después, sécalo con un paño suave y seco que no deje pelusa.

Evita la exposición directa al sol, a las fuentes artificiales de calor y de climatización o a las agresiones externas (humedad, lluvia, etc.)

 

Textiles

No desenfundables

Para limpiar los tejidos que revisten tus muebles, debes eliminar el polvo y, si fuera necesario, quitar las manchas y lavarlos.

Dado que existe una gran variedad de tratamientos en función del origen de la mancha, te recomendamos que consultes a un profesional de la limpieza cuando tengas alguna duda sobre cómo eliminarla.

 

Desenfundables

Para garantizar una mayor durabilidad de las fundas y cortinas, te recomendamos que limpies en seco todos nuestros textiles desenfundables.

No obstante, algunos productos también pueden lavarse en la lavadora a 30°. Para ello, consulta las instrucciones que figuran en las etiquetas.

 

Metal tallado

Para limpiar el polvo, usa un paño suave con la frecuencia que desees.

Si el mueble está sucio, puedes limpiarlo con una esponja no abrasiva ligeramente humedecida y jabonosa. Después, sécalo con un paño suave y seco que no deje pelusa.

Evita la exposición directa al sol, a las fuentes artificiales de calor y de climatización o a las agresiones externas (humedad, lluvia, etc.)

 

Alfombras y muebles de piel

Te recomendamos que limpies regularmente la piel. Para ello, limpia el polvo con una aspiradora (a baja potencia) o con un cepillo suave, siempre en el sentido del pelo.

En caso de que haya manchas, aplica inmediatamente una toalla de baño o papel absorbente sobre los líquidos derramados y, a continuación, elimínalos utilizando un paño limpio humedecido en el sentido del pelo. Seca la piel con una toalla siempre en el sentido del pelo y deja secar al aire libre.

Evita cualquier exposición directa a la luz (natural o artificial) que pueda provocar una decoloración de la piel, así como cualquier aproximación a fuentes de calor excesivo.

Evita frotar la piel.

No utilices jabones ni cremas.

 

Chapa pintada

Lava los muebles de metal con agua jabonosa o no sin utilizar detergente.

Sécalos con cuidado para evitar restos de cal.

No frotes con una esponja abrasiva o metálica ni utilices detergentes de ningún tipo.

Para tratar la suciedad muy incrustada, puedes usar un producto limpiacristales con alcohol o un producto multiusos.

 

Materiales compuestos que simulan el hormigón

Limpia la superficie con una esponja jabonosa no abrasiva y sécala con un paño.

Utiliza un producto de limpieza no agresivo (sin amoníaco ni lejía)

Evita que penetren manchas ácidas (vino, refrescos, zumo de naranja, tomate).